El Tarot Evolutivo es una herramienta viva y en constante transformación. Para comprender su profundidad y su valor como guía de autoconocimiento, demos un breve paseo por la historia del Tarot: desde sus orígenes simbólicos hasta su visión moderna como vía de crecimiento personal.

Los comienzos misteriosos. Los orígenes del tarot son inciertos. Algunas teorías lo sitúan en el antiguo Egipto y otras en la Europa del siglo XIV, cuando surgió como un juego de naipes llamado Triunfos. Con el tiempo, esos símbolos arquetípicos comenzaron a utilizarse como herramienta espiritual y de adivinación, reflejando los aspectos más profundos del alma humana.

El renacimiento del tarot. Durante el siglo XIX, el tarot resurgió con fuerza gracias a estudiosos como Antoine Court de Gébelin y Éliphas Lévi, quienes lo vincularon con la Cábala, la astrología y la magia ceremonial. Fue entonces cuando el tarot empezó a consolidarse como un lenguaje simbólico universal que conecta lo visible con lo invisible.

El toque de la psicología. En el siglo XX, el enfoque psicológico transformó por completo la visión del tarot. Gracias a Carl Gustav Jung, quien exploró los arquetipos y el inconsciente colectivo, se comprendió que las cartas podían ser un espejo del mundo interior y una vía de autoconocimiento. Esta mirada dio origen al Tarot Evolutivo, donde las cartas se convierten en herramientas terapéuticas y simbólicas que acompañan los procesos personales de transformación.